
Y es que causas en mi, sensaciones olvidadas, sensaciones no esperadas.
No quería sentir esto, no. Pensaba que no era tiempo.
Yo disfrutaba no rendirle a nadie y rendirle a todos.
Vamos, bailaba sin descuido, sin preocupaciones. Que esperabas?
No quería encontrarte, me escapaba.
Volaba en la pradera, en la ladera, era la fiestera.
Me elevas, me sustentas.
Siento que te tengo desde siempre y que de siempre me tenías, que a mi lado volabas y me protegías, que soñabas con este momento, que ilusionabas con mi cielo regio.
Que una tarde ya no se podía, que la otra me dormía y una ya dijiste tienes que ser mía.
Detuviste mi manía, paraste mi rebeldía.
Hoy me quitas el aliento para darme de tu aliento. Mi tiempo ahora es tu tiempo. Y es que ahora espero que sigas siendo el mismo, que cuando te deje, tú no me dejes; que cuando me vaya tú no te vayas.
Que ahora quiero ser mejor, que disfruto el tiempo que me das, que me tranquiliza el sonido de tu voz, tu perfume, tu calor.
Y es como dices, somos uno. Uno que piensa, uno que pregunta, uno que razona, uno que se olvida. Uno que antes hacían dos, dos que quisieron ser uno.
Y es que me enamoras de manera tan sutil, que no me daba cuenta. Caí.
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